Te quiero.
Es simple. Fácil de decir, de escribir, de deletrear. Y, en este momento, es lo más difícil de escuchar que puedo imaginar.
Porque, a veces, escuchar dos palabras hace que te rompas por dentro y te retuerzas de dolor. Dos palabras pueden hacerte perder el rumbo, el equilibrio y hasta la razón.
Lo difícil es oír a tu corazón gritar a voces un " te quiero " y apretar los labios para que no se escape, para que mis dos palabras no me hagan tanto daño como lo están haciendo las tuyas.
"Mon coeur a ses raisons, mon amour, de ne t'appeller par chèri... Toi, tu vois que je t'aime... Je ne veux pas souffrir..."