lunes, 26 de octubre de 2009

Gracias.

Siempre he oído decir que las dos palabras que más cuesta decir son "perdón" y "gracias", no creo que sean las más difíciles de pronunciar sino las más difíciles de asimilar. Cuando pasas toda tu vida recibiendo golpes acabas construyéndote una armadura que te hace parecer un ser independiente y autónomo.
Lo difícil viene cuando no quieres darte cuenta de que no eres totalmente independiente, ni te vales por ti mismo. Cuando te das cuenta de que hay alguien que controla tu sonrisa, que con una mirada acelera tu pulso y que con un gesto te da calor. Ese calor que sólo sientes cuando hay alguien detrás levantándote cuando te caes, apoyándote en todos tus retos, ayudándote a caminar a cada paso que das.
Lo más difícil que encuentras en tu camino es tener que agradecérselo, porque si lo haces reconoces que en realidad sí que necesitas ayuda...

1 comentario: