No es justo. No es justo que tenga que renunciar a este sentimiento que tengo, a esto que me ahoga y me refugia en un lugar mucho mas cálido, lejos de este viento frío. No me merezco renunciar a quererte solo por que tu no quieras dejarme hacerlo; y esa es la verdad. Si tu me dejases, si pusieses una pizca de sal a esto, nada seria tan amargo, no me bebería una sopa de lágrimas cada noche, no te tiraría el salero a la cara para que reaccionases. Lo siento, lo siento pero no es justo. Yo quería quererte, quería quererte como nunca nadie había logrado hacerlo, quería coger tu cara entre mis manos y hacerte sentir lo mismo que yo siento. Quería que por las noches te acostases pensando en mi y por las mañanas te despertases sabiendo que te quiero. Quería hacerte el hombre mas feliz del mundo. Pero si tu no quieres, yo no puedo.
Y lo siento, lo siento por ti y por tu orgullo, y lo siento por mi. Porque yo me he guardado el salero para seguir soñando contigo, pero he renunciado a vivir cenando cada día el mismo plato amargo. Lo siento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario